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La edición de genomas es uno de los métodos de mejoramiento vegetal que permite editar, de manera más precisa y eficiente, una característica genética específica de una variedad vegetal, usando el ADN de la misma familia de la planta.
Se denomina edición de genes porque utiliza herramientas de la biología molecular para cortar, apagar o prender características genéticas de una planta, y así obtener nuevas o mejoradas variedades vegetales.
La edición de genes permite obtener, por ejemplo, variedades más resistentes a los cambios climáticos y las sequías. Es el caso de la variedad de arroz, desarrollada en la Universidad de Pardue, que es más resistente a las sequías y a la salinidad del suelo. Esta variedad, además, produce entre 25% y 30% más granos (Pardue University: Mayo 2018).
Con edición de genes se obtienen los mismos resultados que se buscan mediante los métodos tradicionales de mejoramiento vegetal. Sin embargo, con los métodos tradicionales el proceso tarda varios años, mientras que éste es más rápido y los costos son más bajos.
Este método de mejoramiento vegetal se basa en el conocimiento del mapa genético de las plantas para ayudarlas a adaptarse y desarrollarse bajo las condiciones ambientales cambiantes.
Los mejoradores vegetales, o fitomejoradores, utilizan la estructura genética propia de la planta (o de un pariente de la misma familia) para desarrollar variabilidad genética. Es decir, mejoras o características nuevas en variedadesde plantas que no contienen ADN foráneo de una especie no compatible.
Se utilizan herramientas que permiten cambiar una característica específica (adicionar una variabilidad genética), silenciar una expresión genética (cortar) o introducir (reemplazar) un gen específico proveniente de un pariente vegetal a una variedad de planta.
Esto permite localizar con exactitud genes en especies vegetales que están conectadas con la resistencia a enfermedades, la mayor tolerancia a las sequías, el mejoramiento nutricional, entre otras cualidades requeridas.
El resultado es igual al que se obtiene a través de los métodos tradicionales de mejoramiento vegetal, solo que de manera más precisa y, en consecuencia, en menor tiempo y a unos costos económicos menores.
Plantas que pueden prosperar con menos agua.
Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Protección de las especies en peligro de extinción.
Optimización del uso de la tierra.
Reducción de la huella de carbono con menos desperdicio de alimentos.
Lechugas más resistentes a altas temperaturas.
Tomates de crecimiento más rápido que se adaptan a diferentes climas.
Desarrollo de variedades más productivas en menor tiempo.
Cultivos más resistentes a enfermedades.
Cítricos resistentes a enfermedad bacterianas.
Soya con mayor contenido de aceites oleicos y 20% menos de grasas saturadas.
Trigo con menos gluten, más seguro para las personas con sensibilidad.
En el brocolí evita la degradación por cocción y ayuda a reducir enfermedades crónica.
Eliminar un importante alérgeno de la leche para que más personas puedan disfrutarla de manera segura.
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