El desarrollo y la innovación en la agricultura colombiana es una de las bases de la agenda de Bayer. Esta compañía planea invertir unos 10 millones de euros en la planta que tienen en Barranquilla para que se siga consolidando como una de las más grandes de la región.
Manuel Bravo, director de la división Cropscience para el norte de Latinoamérica de la compañía, explicó el nuevo modelo en el que están incursionando, así como también los planes que tienen para que Colombia se abra un centro de mejoramiento biotecnológico.
¿En qué se basa la nueva transformación?
Desde hace un año, teniendo muy claro el problema de burocracia dentro de la compañía se tomó la decisión en Alemania de hacer un cambio en nuestro CEO. El nuevo líder, Bill Anderson, quiso atacar ese tema y estamos buscando poner al cliente en el centro.
En nuestro caso, al agricultor, en farma al paciente y en consumo al consumidor. Es un cambio drástico que ninguna compañía del tamaño del nuestro ha hecho. Pensamos que si somos capaces de tomar decisiones más rápido, vamos a poder mover los proyectos con más agilidad, trayendo más innovación y por ende, el cliente nos va a preferir.
¿Cómo va la línea de negocio agrícola?
Nuestra visión es transformar la agricultura en beneficio de los agricultores, de los consumidores y del planeta, lo tratamos de aterrizar mucho más a una visión que estuviera centrada en el cliente.
Decidimos que queremos producir 50% más, restableciendo la naturaleza y escalar la agricultura regenerativa. Los últimos años han sido muy complicados. En este sector la variable más importante es el clima y con las fluctuaciones hacen que las decisiones sean cada vez más difíciles.
Tenemos que estar muy atentos de los productores para saber qué les está doliendo y tratar de traer soluciones que les vayan sirviendo.
¿Hay crecimiento en la división?
En la región, nos ha ido bien. Hemos sido capaces de crecer a doble dígito los últimos 3 años. En el 2024 nos pusimos una meta agresiva del 10% u 11%. Hoy vamos un poco retrasados porque las lluvias no han llegado en su totalidad, hecho que limita las aplicaciones.
Las ventajas en la región es que somos diversos en el tipo de cultivos, en los modelos de negocio, en el tipo de agricultor e incluso en el clima. Tenemos un portafolio de opciones que nos permite mitigar los riesgos que pueden venir de un lado o del otro.
Colombia no es ageno en el tema de las lluvias, también se han retrasado. Pero la siembra de papa y de maíz, que son cultivos relevantes para nosotros, han tenido crecimientos de doble dígito que nos han ayudado a ganar mercado.
¿En qué desarrollos están trabajando?
El ADN de Bayer es innovación. Invertimos como compañía en la parte agrícola entre 11% y 12% de ventas, es decir unos 2.500 millones de euros. Tenemos cinco focos: mejoramiento, biotecnología, nuevos productos fitosanitarios, biológicos y agricultura digital. En todo eso estamos invirtiendo a nivel global, en la región y en Colombia.
Hay un nivel de inversión solo en el norte de Latinoamérica de 40 o 50 millones de euros al año para generar esos nuevos productos. Estamos viendo opciones para además hacer trabajos de investigación y de mejoramiento en Colombia para cuestiones de biotecnología.
¿Planean nuevos lanzamientos?
Estamos pensando en traer al mercado nuevos ingredientes activos. Uno que se llama Plenexos y otro que es Sivanto, productos muy importantes en la papa que permiten atacar hongos.
Nuestro cuello de botella tiene que ver con autoridades sanitarias de varios países que sus procesos son relativamente lentos. Estamos haciendo mezclas de productos ya aprobados. El proceso debería ser más sencillo, ya que hay una necesidad en el mercado. También vamos a traer innovación en ese sentido, y eso tanto en fitosanitarios como biológicos.
Y finalmente otra que es más nueva, es todo lo relacionado con la agricultura digital. Este año estamos lanzando la plataforma más grande que tenemos a nivel Bayer, que históricamente había estado en países productores y exportadores de maíz y soya, como Brasil, Argentina y Estados Unidos y Canadá.
La lanzaremos en México con la posibilidad de extenderla a toda nuestra región. Esto es para cultivos maíz masivos y también estamos haciendo pruebas de plataformas para hortalizas, tomate, cebolla, pimiento, etc.
¿Cómo se está comportando el mercado colombiano?
El mercado colombiano, en exportaciones, es el que más crece en Latinoamérica especialmente en banano, café y aguacate. Tenemos unas herramientas de monitoreo que les permiten a ellos saber cuántos residuos tienen los diferentes productos que aplican.
Acompañamos en curva de degradación, controles y monitoreos, para que tengan las mejores combinaciones, cumpliendo las regulaciones no solo de Europa, sino también de Estados Unidos, Japón, Asia.
Colombia ha crecido de manera espectacular para Bayer y también la agricultura del país. Y hacia el futuro tiene además mucha oportunidad de seguir creciendo, tanto en el mercado local, porque hoy no somos autosuficientes en maíz.
¿Cómo van las plantas en Colombia?
Nuestra planta de Barranquilla, es una de las dos más grandes en términos de multiproductos a nivel Latinoamérica. Producimos cerca de 13.200 toneladas y le vamos a invertir 10 millones de euros en los siguientes 4 o 5 años para mantenerla a tope en términos de automatización y calidad de producto.
¿Qué avances hay en la Tupia?
En todo el nuevo modelo, La Tupia, en en Valle del Cauca, quedó como uno de los dos centros de innovación en Sudamérica. El otro está en Brasil. Haremos de manera acelerada todos los procesos de etapa temprana de nuevos ingredientes activos y mezclas.
Allí estamos empezando con nuestro equipo de desarrollo de híbridos en las nuevas pruebas para poder producir semillas de maíz en Colombia. Esperamos en el segundo semestre tener nuestro primer resultado del piloto. Creemos que Colombia es un gran hub para poder desarrollar este tipo de proyectos.
En la línea de semillas, ¿cómo van?
En términos de producción es muy positivo. Por ejemplo, México no permite los organismos genéticamente modificados, por eso no podemos producir el maíz que se vende en Colombia, Honduras, Brasil o Argentina. Hoy lo producimos en Honduras, pero este ha venido creciendo y ya no nos da más capacidad.
Hace un año nos dimos a la tarea de abrir una área nueva de producción en Colombia que nos da más escala y oportunidad de crecer. En investigación base, en términos de germoplasma, la tenemos centrada en México para toda la región. Pero para la investigación de biotecnología, estamos analizando la posibilidad de abrir un centro de mejoramiento biotecnológico en Colombia.
¿Qué focos hay en biológicos?
Le estamos apostando como Bayer a los biológicos, con todas las certificaciones y el nivel de inversión que estamos poniendo para sacar más y mejores productos que permitan controlar las plagas.
Es una apuesta importante que tenemos en Bayer y queremos liderar este segmento para la agricultura. En estos últimos tres años tenemos una planta dentro de la región que produce nuestro más importante producto biológico que se llama Serenade. Invertimos cerca de 30 millones de euros para ampliar su capacidad.
¿Ya están preparados para las regulaciones del Pacto verde europeo?
Eso lo tenemos entre ceja y oreja desde hace 10 o 12 años, cuando era todavía un proyecto de ley o una propuesta. Estuvimos en las conversaciones, y sabiendo que iba a entrar en 2025, hemos estado trabajando en eso desde entonces.
Desde procesos de seguimiento más puntuales a las aplicaciones, certificaciones, prácticas agronómicas específicas para lograr cumplir los requerimientos de los mercados europeos en términos de límites, hasta de nuevos productos que cumplen con esas restricciones.
Tomado del Diario Portafolio
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