Entrevistamos al biólogo Iván Ochoa Cadavid, subdirector de Investigación & Desarrollo de Unipalma S.A., quien aseguró que la única garantía de productividad del cultivo de palma de aceite es el uso de semillas seleccionadas.
Los desafíos internacionales del mercado, así como el desarrollo competitivo y sostenible de la palma de aceite en Colombia requiere la generación de nuevos cultivares genéticos, los cuales deben integrar características de alta producción, adaptación a las zonas palmeras y resistencia a las enfermedades más limitantes.
Teniendo en cuenta lo anterior quisimos conocer de primera mano cómo ha sido el proceso de adaptación y de mejoramiento de la semilla para entregar cultivos más resistentes y adaptables al entorno y entrevistamos al biólogo Iván Ochoa Cadavid, subdirector de Investigación & Desarrollo de Unipalma S.A., doctor en Horticultura, de PennState University y quien aseguró que la única garantía de productividad del cultivo de palma de aceite es el uso de semillas seleccionadas de productores de semilla reconocidos, acreditados y registrados ante el ICA.
En Colombia afortunadamente la gran mayoría de los productores de palma están plenamente conscientes que la semilla seleccionada de productores de semilla reconocidos, acreditados y debidamente registrados ante el ICA como lo es Unipalma con sus materiales Unipalma DxP® y Unipalma Eo x Eg®, es la única garantía para lograr las productividades requeridas para un cultivo rentable. Sin embargo, se han presentado algunos pocos casos de viveristas inescrupulosos que han comercializado semillas de costal, que por su segregación de palmas improductivas tipo pisifera en un 25% y palmas tipo dura menos productivas también en un 25%, se ve afectada la productividad general del cultivo llegando a reducirse hasta en un 50% de lo esperado.
La productividad también se puede ver afectada por factores abióticos como el déficit hídrico en época de verano sin implementación de riego o deficiencia del mismo, exceso de agua en época de invierno producto de deficiencia en los sistemas de drenaje o inclusive ausencia de los mismos, fertilización insuficiente para las necesidades del cultivo, deficiencias en el mantenimiento del cultivo (podas, control de malezas, etc.) y finalmente factores bióticos como el inadecuado control de plagas y enfermedades destacándose entre estas últimas la pudrición de cogollo, marchitez sorpresiva, pudriciones basales de estipe y la más devastadora de todas que es la marchitez letal particularmente en la zona oriental.
Los programas de mejoramiento genético y producción de semilla como el de Unipalma se han enfocado principalmente en incrementar la producción de fruta y el contenido de aceite pero más recientemente se ha empezado a trabajar en la identificación de progenies con mayor tolerancia al déficit hídrico pero este tipo de investigaciones requiere una inversión significativa en área y recursos debido a que se requieren ensayos duplicados en condiciones de riego y déficit hídrico para lograr identificar las mejores progenies. En general los materiales actuales pueden soportar condiciones de sequía o inundaciones no muy prolongadas, pero afectando los rendimientos hasta en un 50% dependiendo de cuanto se prolonguen estas condiciones adversas.
Colombia tiene empresas reconocidas en mejoramiento genético y producción de semillas de palma de aceite como son Unipalma, PalmElit (CIRAD-Cabaña), Dami- Las Flores y Agrosavia, todas ellas con estrictos y bien desarrollados procedimientos para la producción de semilla de calidad garantizada y con los correspondientes registros ante el ICA. Los tres primeros productores antes nombrados no solo suministran semillas de calidad en Colombia, sino que también exportan semillas a países de la región desde México hasta el Perú, así como también a países del Caribe como Republica Dominicana.
Unipalma realiza los análisis genéticos de pruebas de progenie de varias edades para identificar los mejores parentales con habilidad combinatoria general y especifica y en colaboración con Cenipalma se llevan a cabo investigaciones de mejoramiento convencional y genética molecular para la identificación de materiales con resistencia a enfermedades y tolerancia a déficit hídrico.
Las recomendaciones para productores y técnicos comienzan por la conformación de un sustrato enriquecido y bien balanceado, seguido de la cuidadosa siembra de la semilla germinada por parte de personal debidamente capacitado, y finalmente la aplicación de las buenas prácticas y cuidados en las etapas de pre vivero y vivero con descartes periódicos que normalmente, entre estas dos etapas, debe estar entre un 20 y 25% para llevar al campo las mejores palmas que van a durar más de 20-25 años en producción.
Indudablemente en primer lugar debe estar la identificación de fuentes de resistencia a enfermedades letales como la marchitez letal, marchitez sorpresiva y pudriciones basales de estipe y su incorporación en variedades mejoradas y trabajar en la edición de genoma para incorporar mecanismos de defensa de otras especies que protejan las palmas contra los principales insectos plaga
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