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Semillas genéticamente modificadas pueden convivir con las nativas

soya

En entrevista con la Revista Nacional de Agricultura de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC el gerente general de Acosemillas Leonardo Ariza destaca que las semillas genéticamente modificadas siempre han tenido un estigma y es algo que se debe revisar porque falta mucho conocimiento. La gente no conoce como es un proceso de producción de este tipo de semillas y los países desarrollados en la industria agrícola tienen unos avances muy importantes en genética modificada y en agricultura de carácter empresarial con muchas innovaciones.

 ¿Cómo estamos en Colombia en la coexistencia entre semillas con biotecnología y semillas nativas?

 El país tiene claramente definidas unas normas, unos decretos, resoluciones nacionales e internacionales, donde las semillas autorizadas son las que regula el ICA, que es la autoridad en materia fitosanitaria en el país, y el que normatiza en una resolución muy instructiva, la 3168, que nos habla de las semillas autorizadas que son de dos tipos: la certificada y la seleccionada.

En la semillas certificadas son 15 especies que son de importancia económica para el país. Son el ajonjolí, algodón, arroz, la arveja, la avena, cebada, frijol, maíz, maní, papa, sorgo, soya, trigo, yuca y cítricos. En estas semillas se hace un control de la calidad en cada etapa de esa selección para su certificación y en el producto final.

La otra parte de las semillas autorizadas son las seleccionadas, ahí hay más de 1.000 especies entre hortalizas, las flores, las forestales, ornamentales, el café, la palma de aceite, el caucho, el tabaco, los pastos.

Allí no están reguladas las semillas nativas y criollas. Estas son obtenidas es a través de ese conocimiento y prácticas ancestrales de las comunidades campesinas, de las comunidades indígenas.

Estas semillas no han sido mejoradas por un conocimiento o una técnica científica y eso es buenísimo que la gente lo entienda.

De hecho, se nos pide que protejamos las semillas nativas y criollas, eso es super clave y nosotros estamos totalmente de acuerdo porque estas son la base del mejoramiento vegetal.

Y ¿qué decir entonces de los organismos Genéticamente Modificados?

 En Colombia estamos hablando de más de 20 años de siembra de organismos genéticamente modificados y hay cuatro especies que tienen autorizaciones para eventos transgénicos o genéticamente modificados que son el maíz, la soya, el algodón y algunas flores caso de clavel y rosas azules.

Es válido que entendamos que podemos coexistir respetando las normas, porque es que hay normas claras en Colombia para los transgénicos, hay unas normas exigentes y una evaluación de niveles de riesgo muy importantes; Colombia ya tiene una normatividad para plantas editadas genéticamente, por ejemplo.

No hay que tenerle miedo a coexistir pero con tolerancia y respeto. Hoy los modelos de desarrollo tienen algo muy importante que es el respeto también al medio ambiente.

Cuando hablamos de cambio climático y seguridad alimentaria, hay que hablar de semillas, ¿cuál es el papel de la biotecnología y la ciencia

frente a estos temas?

 Resulta que en el mundo se nos disparó la cifra que ya se maneja de una población de 10.000 millones de habitantes en pocos años y Colombia no se escapa, ya somos más de 50 millones de habitantes y cada vez la tierra es más escasa y menos productiva, eso hay que entenderlo. Adicionémosle a eso el cambio climático y que hay gente que no cree en eso.

Es con tecnología con biotecnología de donde parte todo el desarrollo de esas mismas plantas que se comportan muy bien en zonas desérticas pero también hay que ir a zonas inundadas donde hay plantas que aguantan. Allí hay unas posibilidades enormes para investigar porque esa resistencia puede ser resistencia a una enfermedad a una plaga y de ahí se basa el mejoramiento vegetal.

Como lo dijo en el Congreso el profesor Moisés Wassemar, prohibir la biotecnología sería como prohibir el futuro y es cierto, no nos podemos negar que esta es una oportunidad para poder desarrollar plantas, especies de interés para la alimentación humana y animal porque acá también está en juego la alimentación.

¿Por qué es importante usar semillas autorizadas y qué pasa con la piratería?

 La semilla sola no hace el milagro, eso lo sabemos, pero si hay una buena calidad de semilla ya es el 40% de ganancia en el éxito del rendimiento. Pero ahora tendré que acompañarla de unas buenas prácticas agrícolas para ponerla donde es, en una zona apta para el clima, para tener agua, tener lo que requiere uno para unas buenas prácticas de cultivo.

Ya lo he dicho en medios, es alrededor de un billón de pesos al año lo que se deja de facturar en semillas autorizadas por cuenta de la piratería, que es de bandas organizadas que compran las cosechas, lo vuelven y lo guardan, sacan y lo trabajan como si fuera semilla, le echan inclusive los funguicidas, los colores que utilizan las compañías para diferenciar una semilla a un grano de arroz para consumo humano, por ejemplo, y la venden sin pagar absolutamente nada, a nadie de investigación, esarrollo, doctores en mejoramiento ni a la Dian tampoco.

https://sac.org.co/wp-content/uploads/2024/05/Revista-SAC-1047.pdf

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